El verano está aquí y es probable que las altas temperaturas sean una constante en los próximos meses. En esta estación, es importante considerar cómo el calor puede afectar a los paneles solares y su eficiencia. Por lo tanto, es un buen momento para reflexionar sobre la importancia de contar con un sistema solar adecuado para aprovechar al máximo la energía del sol. De hecho, ni siquiera habíamos iniciado oficialmente el verano cuando el calor en Santiago alcanzó los 36,7°C, una de las temperaturas más altas en la historia de la capital.
A pesar de que esto pueda parecer una buena noticia para aquellas personas que han instalado paneles solares en su hogar… irónicamente, es lo opuesto.
Existe una idea errónea en cuanto al uso de los paneles y es que muchos consideran que un clima extremadamente cálido y soleado es el escenario perfecto para una óptima generación de energía.
Lo cierto es que las altas temperaturas pueden jugar en contra de tus paneles solares.
Sí, mientras más directa sea la exposición del sol, producirán más energía. Sin embargo, el calor no influye en el funcionamiento de los mismos, lo que hace que tus paneles funcionen es la radiación, por lo que, si tus paneles solares se exponen a altas temperaturas, el resultado probable es que bajen su rendimiento. Te explicamos por qué.
¿Cómo afecta el calor a los paneles solares?
Antes de darte la respuesta del millón de dólares, necesitamos ponernos un poco técnicos respecto al funcionamiento de un panel solar común.
Por lo general, para que tus paneles solares sean más eficientes, se deben tener en cuenta ciertas características y condiciones de instalación, como: la ubicación en el techo, su inclinación, la irradiancia, la velocidad del viento y, por supuesto, la temperatura. Cuando alguna de estas variables se ve comprometida, lo natural es que genere alguna deficiencia en el funcionamiento.
Entonces, ¿cómo el calor puede afectarles?
Los paneles solares están fabricados para funcionar a una temperatura entre los 20 y 25 grados (pudiendo soportar hasta 85°C), y están hechos con un material (silicio) que se encarga de transformar la luz solar en energía eléctrica. En este proceso, se produce una tensión en los módulos, es decir, en las células formadas por el material. Si por alguna razón la temperatura del panel es muy alta, dicha tensión disminuye, reduciendo entonces la eficiencia.
¿Hay manera de evitar que el calor afecte mis paneles solares?
Ahora, es importante mencionar que la baja en rendimiento de tus paneles no es precisamente perjudicial o crítica, así que no es algo por lo debas alarmarte. Si bien el calor del verano alterará el porcentaje de eficiencia, dado a que contamos con días más largos durante esta temporada, existe una alta posibilidad de que esa deficiencia se vea compensada con horas extendidas de sol.
Asimismo, tampoco pienses que las altas temperaturas causarán algún daño grave de la estructura física de tus paneles. En el proceso de fabricación, los paneles solares están pensados para adaptarse a cualquier rango de temperaturas, pudiendo trabajar dentro de un rango que va desde los -40 °C hasta los 85 °C.
En el peor de los casos, los paneles solares solo se sobrecalentarían o sufrirían una avería irreparable si se ven expuestas a una temperatura extrema o a cualquier otro factor externo, como un incendio.
Aunque detectes que el calor está afectando tus paneles, es posible que no puedas hacer mucho al respecto si estos son de mala calidad o defectuosos. Es importante elegir paneles de alta calidad para evitar este tipo de problemas y asegurarse de un buen rendimiento.
¿Cuáles son nuestras recomendaciones para mantener a salvo tu sistema fotovoltaico durante el verano?
Primero que nada, asegúrate de que el sistema que adquieras sea de calidad y que cuente con las características necesarias para soportar los cambios drásticos de clima que experimentamos todo el año.
Piensa mucho en qué parte del techo y en cuál posición instalar tus paneles. Aún mejor, acude a un experto que te asesore con respecto a las opciones que mejor se adapten a tu hogar y entorno.
Considera añadir al presupuesto una estructura para tu sistema. Estas permiten que haya una separación entre los paneles y el techo, lo que crea una corriente de aire que mantiene fresco tus paneles y evita que se calienten en exceso.
Otra alternativa es pintar la superficie, o el techo, donde instalaste tu sistema, de un color claro. Los techos de colores oscuros absorben más el calor, por lo que, si quieres que tus paneles sufran el menor calentamiento posible (y el rebote de radiación solar sea mayor), puede ser incluso una opción económica.
Estamos seguros de que, siguiendo estos consejos, podrás darle una óptima vida útil a tu sistema fotovoltaico, sea primavera, otoño, invierno o en el caluroso clima del verano.
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